Del latín magnes (imán), su nombre deviene de las propiedades magnéticas de los minerales de pirolusita.
El manganeso fue descrito por el químico y farmacéutico sueco Carl Wilhelm Scheele (quien también participó en el descubrimiento del cloro y el oxígeno), su compatriota, el químico Torbern Olof Bergman, y muchos otras personalidades, pero no fue correctamente aislado hasta el año 1774.
Para entonces, el químico y metalúrgico Johan Gottlieb Gahn, también sueco, logró aislar el manganeso de los minerales mediante la reducción de dióxido con carbono.
El manganeso se puede encontrar libre en la naturaleza. Es un metal gris blancuzco con cierta semejanzas al hierro, pero es más fuerte que éste último y también es considerablemente más frágil. Es un elemento reactivo y en agua de bajas temperaturas, el manganeso se descompone lentamente. En estado puro existen cuatro formas alotrópicas de este metal, siendo las alfa y gamma las más conocidas.
En la Tierra abundan los minerales que contienen manganeso, lo mismo que sus carbonatos, silicatos y especialmente sus óxidos. Los dos minerales más comunes de este metal son el carbonato de manganeso y el dióxido de manganeso. El fondo oceánico es una enorme fuente de manganeso, más precisamente el 24% del manganeso de la Tierra se encuentra allí. En países como Brasil, Rusia, Australia, Gabón y la India, también hay grandes cantidades de minerales de manganeso.
Otros datos:
- Número atómico: 25
- Peso atómico: 54.938045
- Símbolo atómico: Mn
- Punto de fusión: 1246° C
- Punto de ebullición: 2061° C
Aplicaciones del Manganeso
En las actividades humanas, el manganeso se utiliza sobre todo para mejorar aleaciones, preparándose al reducir el óxido de sodio, de magnesio y de aluminio o bien mediante electrólisis. Su uso más común refiere a la producción de acero, ya que el manganeso le da firmeza y resistencia a este tipo de aleaciones.
Entre otras cosas, el manganeso se usa también en la despolarización de pilas secas, aplicándose en forma de dióxido de manganeso. Finalmente, otro de sus usos más frecuentes refiere a la decoloración y la pintura de determinados elementos, usándose por ejemplo para quitarle el color verde al vidrio o para darle el color amatista a los mismos, en decoración.