Salir en los primeros resultados de una búsqueda en Google significa para muchos estar en la gloria del mundo digital y ganar en prestigio, seguidores y probablemente en metálico.
Lograr eso no es tan fácil: se requiere de un buen contenido, muchos visitantes al sitio web, paciencia y un hombre clave: un especialista que conozca las técnicas adecuadas para que el más importante y potente motor de búsqueda del mundo ubique la información en los primeros lugares.
Aunque hoy en día existen prácticas bastante estandarizadas, recursos en línea y mucha bibliografía sobre la materia, Fernando Ferreiro, consultor y profesor de SEO, advierte a BBC Mundo que finalmente en este particular lo que importa son las recomendaciones que ofrece Google «y lo que dice Matt Cutts (uno de los fundadores de la empresa), que es quien realmente mueve los hilos».
Sin SEO no hay paraíso
Hoy una página web puede gozar de una posición privilegiada pero tal vez mañana, dos horas más tarde o en un pestañear, otro sitio mejor configurado la desplace.
«A Google hoy es prácticamente imposible engañarlo. Hay que posicionar contenidos de acuerdo con las prácticas aceptadas y hacer las cosas por el camino largo; ya los caminos cortos no funcionan porque Google está siempre un paso por delante.»
Iván Hernández Vila, matemático y presidente de la empresa Clean Perception, el programa de rastreo, conocido como «araña«, analiza títulos, textos, imágenes, palabras clave, enlaces y etiquetas de la información.
La clave de todo, sin embargo, radica en lo que se conoce como «el algoritmo«, suerte de piedra filosofal pretendida por los magos del SEO, cuyas propiedades son capaces de transmutar una remota página web apenas visitada en un sitio notorio y referencial.
Iván Hernández Vila, matemático y presidente de la empresa Clean Perception, lo explica: «El algoritmo es una fórmula matemática que Google aplica para ubicar una página web en la hoja de resultados de una búsqueda, de acuerdo con los indicadores que recoge de ese sitio».
En los foros de expertos en SEO, el algoritmo «es como una leyenda humana del cual todo el mundo hace conjeturas, pero nadie sabe en el fondo lo que es real o no» adelanta a BBC Mundo Armando Salvador Pérez, director de proyectos de la empresa Ecomm360 SL y docente de SEO en el Instituto Internacional de Marketing, con sede en Barcelona, España.
Salvador refiere el último cambio de la fórmula, hace diez meses, al que se le llamó Penguin y modificó algunos parámetros de optimización que se tomaban en cuenta hasta entonces. «Ahora hay páginas bailando, subiendo y bajando posiciones según las modificaciones de ese algoritmo”, advierte.
Lo confirma Ferreiro: «He visto como muchas empresas han bajado su tráfico hasta 50% por los cambios de Google. Lo que antes era fundamental ahora es perjudicial».
Hay quienes se dedican a desbrozar el fulano algoritmo, por lo general «matemáticos aplicados, que conocen mucho de estadística, álgebra lineal, matrices y leyes de probabilidades», a diferencia de los técnicos en SEO, que aplican las herramientas disponibles, sobre todo de mercadeo, aclara Hernández Vila.
Pero ¿es tan necesario estar a la caza de los cambios del algoritmo? Para Ferreiro, no hacerlo es como si un diseñador de moda no se enterase de las tendencias de las pasarelas de Madrid, Londres o Nueva York.
Antes del último gran cambio, algunos caminaban por el lado oscuro, conocido como BlackHat SEO, haciendo enlaces a páginas de dudosa reputación, saturando con palabras clave un texto o modificando el código de manera imperceptible para el ojo humano.