Jean Piaget plantea un modelo evolutivo de la inteligencia que se organiza en etapas. Esto quiere decir que los seres humanos avanzamos desde una etapa inicial llamada sensorio-motor, hasta una etapa final llamada pensamiento operatorio formal.
Entre estos dos extremos se encuentran las etapas preoperatorio y operatorio concreto. Es decir, Piaget, encontró que existen patrones de conducta en las respuestas infantiles a tareas intelectuales propuestas, (por los niños de una misma edad), ya que reaccionan de una manera similar, aunque notablemente diferentes a las respuestas y expectativas que esperaban los adultos.
De la misma manera, niños de diferentes edades tienen su forma característica de responder.
Jean Piaget, basándose en los patrones que había observado repetidamente en diferentes situaciones, Piaget clasificó los niveles del pensamiento humano en cuatro periodos principales.
Desde ese punto de vista, el rol del educador es ayudar al niño a construir el pensamiento operatorio (primero concreto y luego el formal), y a desarrollar las competencias que este nivel de pensamiento permite, lo cual se logra a través de las sucesivas asimilaciones y acomodaciones de lo nuevo, basándose en lo que trae el alumno.